Luz L. Bermejo recurre a la memoria para hablar de todas aquellas personas que somos y hemos sido en un fotolibro en el que para entrar hay que dejarse tocar y estar dispuesto a no salir ileso
La autora se pregunta por los límites del lenguaje y de su propia piel y nos hace pensar en cómo las interacciones que establecemos dan significado a nuestra memoria emotiva.

Un íntimo, delicado y poético fotolibro en el que la naturaleza, las emociones y recuerdos de la infancia y la juventud de la autora se entrelazan para crear un mundo donde el mar y las piedras son el origen del sonido y el silencio; un mundo en el que las palabras huyen y a la vez nos envuelven como la piel y la memoria anudan los recuerdos y el tiempo. Vivencias lejanas que se desdibujan por la ensoñación. Una evocación inefable de recuerdos fugaces a los que es imposible regresar.

Luz L. Bermejo (Los Silos, Tenerife, España, 1958) es licenciada en Filosofía. Hacer que el objeto fotografiado aparezca ante nuestros ojos como si lo viéramos por primera vez, arrancarlo de su entorno o de su invisibilidad y traerlo a la luz, a otra luz, es el hilo conductor de sus proyectos. Las palabras, las cosas, los escenarios y las emociones se combinan en el proceso creativo en el que busca la armonía (o la belleza) presente, bien sea en la naturaleza o en construcciones creadas ex profeso' para mostrar una cualidad, una geometría o una realidad inventada.